Ese pequeño sueño que realizamos después de comer y antes de continuar con la actividad de cada día es lo que llamamos la hora de la siesta. Hay países donde esta costumbre prácticamente no se conoce, pero en otros es casi una tradición. Además, es una tradición saludable y muy recomendable por la cantidad de beneficios que podemos encontrar en esta actividad.
Podemos decir que la siesta puede ser habitual, de tal forma que cada día a una hora determinada dentro de nuestra agenda de actividades, programemos una siesta. También puede ser que la siesta sea una forma de recargarnos dentro de un día en el que nos sentimos con poca fuerza o que hemos tenido una gran actividad para poder continuar.
En cualquiera de los casos, los beneficios de la siesta son evidentes ya que si realizamos la siesta de forma correcta nuestro cuerpo podrá reactivarse y tener una nueva energía vitalizadora para continuar con el día.
Duración recomendada para la siesta
Está claro que dormir la siesta produce efectos beneficiosos siempre y cuando lo hagamos dentro de unos límites saludables. Cada cuerpo es diferente y cada uno debe de aprender a sentir cuál es el tiempo, el lugar o los límites para que la siesta no pierda su capacidad de beneficiar nuestro normal funcionamiento.
Como regla general, una desconexión de entre veinte minutos y media hora es lo recomendable para beneficiarnos de las bondades de la siesta. También es importante encontrar un lugar idóneo donde el descanso se pueda realizar sin interrupciones, sin ruidos, etc. Procura que la siesta no sea muy tarde para que no se convierta en un impedimento para tener un sueño reparador en la noche.
Razones para dormir la siesta
Más energía
El beneficio mas evidente de la siesta es la de sentirse repuesto, con nuevas energías para proseguir el día de tal forma que nuestro estado de alerta de aviva, mejorando la atención y concentración. La NASA realizó unos estudios donde encontraron que una siesta de 40 minutos de sus astronautas mejoraba su rendimiento en un 34 % y la alerta en un 100%.
Mejora nuestra atención y aprendizaje
Otra de las grandes ventajas de echar una siesta es que prolongamos por unas horas más durante el día del estado de alerta, lo cual resulta conveniente para trabajos demandantes, que requieren especial atención y concentración por nuestra parte. Asimismo, la memoria y la capacidad de incorporar nuevos conocimientos mejoran con este pequeño sueño reparador. Si estamos estudiando, después de una siesta veremos cómo aumenta la capacidad de aprendizaje.
Ayuda a combatir el estrés
Tomar una siesta diaria en su justa medida ayuda a la relajación y al rejuvenecimiento, funciona como un momento de vacaciones en medio de cada día, con los consiguientes beneficios para reducir el estrés.
En definitiva, los beneficios de la siesta son varios y nos afectan positivamente de muchas maneras. Así que, si no tienes esta costumbre, puedes empezar a buscar los mejores momentos para tomar una siesta y mejorar tu calidad de vida. ¿Cuánto tiempo duermes luego del almuerzo?
Fuente: http://bit.ly/1ANu1V4
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