La soja se pone poco a poco de moda aunque pertenece en su totalidad al mundo asiático, porque nuevas investigaciones han vuelto a situar en el punto de mira este alimento. La legumbre de la soja ha estado presente en la dieta humana durante más de 3.000 años, especialmente en Japón y China, donde se ha consumido en pequeñas cantidades y sobre todo en sus formas fermentadas. La soja es una legumbre que se utiliza para hacer harina, salsa, tofu, miso o pasta de soja, tempeh, soja germinada… entre otros productos derivados.
La soja es una excelente fuente de proteínas (35%) con un valor biológico medio, y esta riqueza ha permitido a la industria agroalimentaria desarrollar productos como patés, salchichas vegetales, bistec de soja y otros sucedáneos de la carne, bastante grasa insaturada saludable (18%), carece prácticamente de almidón aunque contiene bastantes glúcidos (32%), y es una notable fuente de hierro.
Las habas de soja contienen isoflavonas en cantidad de unos 300 mg/100 g. que son fitoquímicos que aunque no son nutrientes esenciales pueden prevenir o curar enfermedades, y entre estas isoflavonas están la genisteína, la daizdeína, y la gliciteína, a los que cada vez más trabajos científicos ayudan a regular el equilibrio hormonal de la mujer y pueden influir en los procesos biológicos controlados por los estrógenos como el metabolismo óseo mediante un proceso no aclarado del todo.
Consumir soja está comprobado que equilibra los estrógenos y aquellas poblaciones que lo hacen, tienen una menor incidencia de cánceres de mama; también puede ser beneficioso para prevenir los efectos y molestias de los bajos niveles durante la menopausia porque la daizdeína, un potente estrógeno vegetal, mejora los síntomas premenstruales; protege frente a la pérdida de masa ósea debida a la deficiencia de estrógenos en los años anteriores y posteriores a la menopausia.
La genisteína es una de las isoflavonas estudiadas con mayor capacidad antioxidante sobre las proteínas de baja densidad o LDL “mal colesterol”, lo que se relaciona con un descenso y prevención de la aterosclerosis o temidos ateromas causantes de enfermedades del corazón; también parece clara su acción preventiva frente a determinados cánceres de próstata. El consejo de la FDA americana es consumir 25 g. de soja diarios mejor en grano, germinada, fermentada o como tofu, y menos como leche, postres o procesada. Poco a poco entra en nuestras costumbres y la medicina receta las isoflavonas de la soja para evitar sofocos y otras molestias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario